a
El diseñador malagueño nos dejó el día de ayer a los 46 años tras perder la batalla contra el cáncer. Una batalla que se planteó dura desde su inicio, tres tumores cerebrales de grado tres, pero que afrontó con fuerza y con el cariño de su gente, aprovechando cada momento y apreciando los detalles del presente.

Nacido en la preciosa localidad de Ronda, Málaga el 2 de noviembre de 1970, es considerado el “enfant terrible” de la moda española. Su visión de esta disciplina como un arte polifacético hizo de la marca David Delfín una factoría de ideas donde las prendas dialogaran con discursos artísticos (Inspirado en artistas como Joseph Beuys o Louise Bourgeois). Un creador nato, también se atrevió con la fotografía, diseño de producto, audiovisuales, arquitectura e interiorismo.

Un recorrido por la obra de David Delfín en Finca de los Arandinos

Nada más cruzar la puerta, una arquitectura fría de cristal, hormigón y líneas rectas deja paso a la calidez de sus espacios interiores. Con una impecable elección de mobiliario vintage de los años 50 y 60 supo dar la bienvenida al visitante al hotel (1). Piezas de formas imposibles, texturas en forma de tela, reparó hasta en el más mínimo detalle: una radio antigua como decoración en una mesa o un techo decorado. DAVID DELFÍN finca de los arandinos Éste punto es uno de los que más miradas atrae: los techos “inacabados”.  Las líneas que sirven de guía para los puntos de luz, el yeso para la unión de los paneles y las marcas realizadas por los montadores narran la historia de este proyecto al espectador (2). El pasillo de las 10 habitaciones de David es toda una declaración de intenciones. Una pequeña muestra de la obra artística que será el interior de cada una de ellas. Plasma perfectamente la idea de un hotel pequeño y familiar colocando un felpudo frente a la puerta, que recibe al huésped y le indica que a partir de ahora, quiere que se sienta como en casa (3). Todas están numeradas con un pequeño cuadro escrito y dibujado a mano con su tipografía tan característica. Pero esto es sólo el comienzo. La entrada de la habitación pasa desapercibida y hace que toda la atención se centre en las vistas del enorme ventanal. Como en el resto de las estancias, están plagadas de detalles: Techo imitando piel de elefante, vestidor inspirado en un gimnasio, papel pintado, baldosas hidráulicas… (4) DAVID DELFÍN finca de los arandinos2

Tras la primera toma de contacto, el huésped comienza a DESCUBRIR los lugares ESCONDIDOS en la habitación: El escritorio, el frigorífico, el armario… ¿Y el baño? Se preguntan muchos.

Lo más sorprendente lo ha dejado para el final. Unos paneles móviles permiten al visitante hacer aparecer y desaparecer el lavabo, toallero y ducha (5).

David Delfín pretendía crear una obra interactiva en la que el espectador fuera una parte importante y que le hiciera SENTIR. Sentir emociones. Sentir que la habitación es un juego donde descubrir cada una de las partes. Sentir alegría, sorpresa

Sentir que es un lugar único.

He aquí nuestro pequeño homenaje.
2 CARTEL ACT VENDIMIA 2024